Pasaron días, pasaron trenes
y en el andén quedaron mis ganas.
Se fue apagando lo que encendí
con cada vela que no alcanzaba.
La espera fue un silencio largo,
como un suspiro que no termina.
Promesas flotan en el vacío,
como cometas sin su colina.
No hay culpables, ni razones,
solo el eco de ilusiones
que se fueron sin decir adiós.
La desilusión es el funeral
de las esperanzas que aún quedaban
en tu desesperación.
Pero sigo de pie, aunque duela mirar
ese rincón donde soñaba
que todo iba a cambiar.
Eso también es vivir…
eso también es crecer.
Guardé tu voz en una carta
que el tiempo nunca quiso leer.
Y aunque ya no quede mañana,
hoy me levanto otra vez.
No hay consuelo que se imponga
cuando el alma se desborda,
pero el sol vuelve en algún rincón.
La desilusión es el funeral
de las esperanzas que aún quedaban
en tu desesperación.
Pero sigo de pie, aunque duela mirar
ese rincón donde soñaba
que todo iba a cambiar.
Eso también es vivir…
eso también es crecer
La desilusión es el funeral
de las esperanzas que aún quedaban
en tu desesperación.
Pero sigo de pie, aunque duela mirar
ese rincón donde soñaba
que todo iba a cambiar...
Y aunque no fue…
sigo acá
sigo acá
sigo acá
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