Un café para dos
Sobre una silla en un bar
se refleja mi ser en tu ser,
el equilibrio perfecto
que se ha roto porque
hoy no has pedido café.
Largos mis tragos
y largo tu hablar
que con señas apenas
interrumpo para pedir,
y al fin romper en mi taza,
otro sobre de azúcar más.
Ecos de las palabras vacías
retumban en mis oídos
mientras veo por la ventana
el ir y venir de los vecinos
apresurados pero seguros,
seguros de su destino,
caminan casi sin culpa,
culpa que nunca he sentido.
Y como en el cine cuando
los créditos, me levanto
sabiendo que ya no hay más,
me voy y dejo mi butaca vacía
como el contenido de esta drama
que nunca volveré a mirar.
Sobre una silla en un bar
se refleja mi ser en tu ser,
el equilibrio perfecto
que se ha roto porque
hoy no has pedido café.
Largos mis tragos
y largo tu hablar
que con señas apenas
interrumpo para pedir,
y al fin romper en mi taza,
otro sobre de azúcar más.
Ecos de las palabras vacías
retumban en mis oídos
mientras veo por la ventana
el ir y venir de los vecinos
apresurados pero seguros,
seguros de su destino,
caminan casi sin culpa,
culpa que nunca he sentido.
Y como en el cine cuando
los créditos, me levanto
sabiendo que ya no hay más,
me voy y dejo mi butaca vacía
como el contenido de esta drama
que nunca volveré a mirar.
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© Juxlio
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2 comentarios:
Uno puede escribir en cualquier lugar...¿no?. Yo quiero uno sin cafeína por favor.
Cariños
Gracias por el blog, me gusta mucho lo que escribis!!!
Ivana.
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