Hoy la moda es ser distinto, dicen todos por igual,
es como un uniforme nuevo para el ejército banal.
Todos gritan ser originales, pero compran en el mismo local,
yo me plagio de mí mismo, el calco más original.
En un mundo de réplicas, ¿qué más me queda?
ser mi propia sombra, aunque suene a novela.
Si todos son distintos de la misma manera,
yo distinto soy igual, pero en mi propia vereda.
No presumo ser un raro solo para aparentar,
ni un rebelde de catálogo que se quiere diferenciar.
Prefiero ser mi espejo, aunque a veces me dé miedo,
soy la copia autorizada, soy el autor y el enredo.
En un mundo de clones, ¿qué más me queda?
ser mi propio molde, aunque suene a novela.
Si todos son distintos de la misma manera,
yo distinto soy igual, pero en mi propia vereda.
Para ser distinto en un mar de iguales,
lo más auténtico que puedo hacer es parecerme más a mí.
Pero si me parezco a mí, ¿soy distinto o soy igual?
Esa paradoja absurda me da un hit universal.
En un mundo de hologramas, ¿qué más me queda?
ser mi propia réplica, aunque suene a novela.
Si todos son distintos de la misma manera,
yo distinto soy igual, pero en mi propia vereda.
Yo distinto soy igual, pero en mi propia vereda.
Yo distinto soy igual… pero soy yo, ¿y quién lo niega?
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© Juxlio
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